El pasado Domingo se celebró la XIX Romería de Cartaojal,
una prueba más de lo que se puede llegar a hacer sin las ayudas institucionales
y con la colaboración de los vecinos. No estamos solos, nos tenemos los unos a
los otros y eso es lo único que puede salvarnos en una situación de crisis que
en cuestión de presupuestos parece cebarse con nuestra localidad. Y esa unión
es lo que ha hecho que ésta última haya sido una de las más grandes ediciones
de nuestra Romería. Cuando todo está bien somos los que más tarde y menos recibimos,
pero cuando “la cosa” va mal nuestros proyectos son los primeros que se
tambalean. Más de cuatro años han pasado, la mayoría de este tiempo bajo
mandato del gobierno socialista, desde que se inició el proyecto de la piscina
y tras un desembolso considerable seguimos con la obra a medias, como a medias
se quedó la carretera que nos une con Villanueva de Algaidas, obra finalizada con el Partido Popular ya en el gobierno, tras la que
también fue una larga espera. Hace unos días nos advertían de que la guardería peligraba por los recortes de la Junta de Andalucía, y mientras tanto
seguimos contemplando como los pueblos de nuestro entorno nos siguen sacando
ventaja en todo. No es sólo que no tengamos Ayuntamiento propio y dependamos
del de Antequera, lo que ocurre es que los distintos gobiernos del Ayuntamiento
de Antequera han descuidado tanto a sus pedanías y más en concreto a Cartaojal
que se puede decir sin temor a equivocarnos que somos el único pueblo de
nuestro entorno que no tiene piscina, que no tiene campo de fútbol y que no tiene
policía local. No hay ni un empleado municipal dedicado a la atención de los
problemas, mantenimiento y cuidado de Cartaojal cuando el resto de poblaciones
tienen un completo equipo de gobierno. Algunas de esas poblaciones tienen
centro de salud (nosotros nos hemos quedado en consultorio), salones de actos
bien equipados (nosotros tenemos un salón multiusos dentro del edificio de usos
múltiples, con un equipamiento que da pena), plan de empleo específicos y
presupuestos que les permiten seguir creciendo y avanzando. Y todo ello
mientras que en Antequera se ha intentado llevar a cabo la construcción de
macroproyectos como el Palacio de Ferias y el Centro de Tecnificación de
Atletismo que ahora coleccionan telarañas y que se nos están atragantando a
todos los antequeranos, a los de la ciudad y a los del entorno. ¿En qué nos
beneficia tanto no tener un municipio propio y seguir dependiendo del
Ayuntamiento de Antequera? No es lógico que otra ciudad nos barra la casa y nos llene o vacíe la
nevera a su antojo. Por nuestra población nunca podremos tener una voz potente
dentro del Ayuntamiento de Antequera y nuestros problemas nunca tendrán una
solución acorde con nuestros intereses. Hace años ya que fuimos la única
población de las que recorre la A-92 sin accesos a la misma, pero es que en
fechas recientes nos han dejado sin salida a la autovía de Córdoba que pasa a
tan sólo 3 km
de nuestras casas. ¿Es que quieren borrarnos del mapa? ¿Es que nuestro
Ayuntamiento (el de Antequera) no tiene “cojones” suficientes para defendernos?
¡Ya está bien de pisotearnos de maltratarnos y de machacarnos por ser el
hermano pequeño de la casa !
Por eso me gusta tanto lo que ha ocurrido este domingo y que no es fruto de un solo día. El hecho de tener la capacidad de organizar una Romería
tan espléndida, con ese duro trabajo que no se limita a decir vámonos todos al
Fresnillo y sabiendo encontrar migajas donde nunca hubo pan, hace que la
Asociación de María Auxiliadora se haya convertido por un día en la voz del pueblo para gritar más fuerte que nadie “¡Seguimos
aquí!” y que se haya puesto de manifiesto el lema escrito en la bandera que
diseñé y que se convierte en la que puede ser la mayor de nuestras
reivindicaciones ¡Cartaojal pueblo!. Durante la Romería, algunos vecinos escribieron
su nombre o una dedicatoria y firmaron la bandera. Políticos antequeranos del grupo socialista que asistieron a la Romería accedieron a firmarla. Rosa Torres, portavoz del grupo y candidata a la alcaldía de Antequera en las últimas elecciones, escribió unas palabras que
tienen mucho valor y que le agradacezco:
“Si es la bandera de
la solidaridad, ¡VIVA!”
En cualquier caso, esperemos que todas las banderas sean solidarias y no sólo
la nuestra. Que la de Cartaojal sea tan solidaria como lo son el resto, ni más ni menos. Y que algún día podamos sentirnos orgullosos de dirigir nuestros pasos (Angel López)
Que los políticos son unos sinverguenzas, sean del colo que sean, SEGURO, pero le recuerdo a usted, quien gobernaba cuando hicieron las autovías, el polígono y demás infraestructuras A ESPALDAS DE UN PUEBLO ENTERO, que guardó silencio, a cambio de lo que todos sabemos...
ResponderEliminarNo culpemos a los actuales gobernantes, (ya tendrán tiempo de echarse mierda encima ellos solos), hay que sacar los colores a los chicos del asfalto, a los sucialistos, a los que compran voluntades con el dinero de los demás. A esos y a nadie más, corresponde pedir cuentas. El que caya es porque le conviene, el que protesta es porque paga y no hay más tela que cortar...
Con respecto al resto del comentario, tienes toda la razón, somos "EL PUEBLO DE LOS MALDITOS", esté quien esté, somos ninguneados e ignorados, pero ojo, que solo deben protestar aquellos que no agachan la cabeza, los de siempre, los que ponen el cazo y agachan la cabeza ante el señorito socialista, los que cambian infraestructuras y servicios a cambio de dádivas y limosna, que guarden silencio, pues sarna con gusto no pica...
ResponderEliminarQue todo lo que dices está muy bien, pero que hay una quinta columna, el que desea seguir en esta situación e involución, está viviendo junto a tí y a mí, no tiene ideología alguna ni m´s interés que el del dinero. Si mañana viene cualquier partido nazionalista o por descabellado que sea a ofrecer 20 miseros euros más al més de subsidio, le votarían con abrumadora mayoría. Y ahora que venga un "pobre" obrero a reprocharme que defiendo a los ricos, montado en su coche de gama alta mientras no tiene que hacer malabarismos para llegar a fin de mes para ver los toros desde el "burladero" sito tras la barra del bar, sabedor de que recibirá su "ración" de hipocresia subsidiada, a cambio de tolerar que sus hijos vivan peor que él mismo...
La piscina del pueblo no está hecha, pero seguro que con ese dinero se pagó la de algun cargo socialista, (no digo alto cargo, pues la mayoría no tienen estudios ni educación...), lo de que tenemos cojones en este pueblo...lo dejamos para los entierros y para el futbol y de lo segundo tampoco estoy muy seguro.
TODOS TENEMOS LO QUE SOLO UNOS CUANTOS SE MERECEN...
Te doy toda la razón Dextrorsum, para mi punto de vista y el de muchos más es vergonzoso que escriba la palabra “solidaridad” y más en Cartaojal, más indignado me siento, que personas de nuestro pueblo los alaben y se lo agradezcan como si fueran Dioses, con todo el mal que nos han hecho, solidaridad “SÍ” pero solamente nosotros la gente de mi pueblo, de eso sí me siento orgulloso de que en la Romería nos volcamos, porque a pesar de lo que se diga somos muy cristianos, haber cuando se nos ve unidos, como bien dices Dextrorsum en los entierros y nada más. Aquí jamás habrá unión y así no conseguimos nada con ningún político sea de la ideología que sea, siempre vamos a estar marginados. A lo dicho con los políticos más hechos y menos palabras y presentaciones en actos sociales.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en todo lo que dices, aunque siempre hay que poner un pero, lo de borrarnos del mapa ya estamos casi borrados, hay mapas que no existimos, donde dices “es que nuestro Ayuntamiento (el de Antequera) no tiene cojones”, ni el de Antequera ni el de aquí, ni tampoco nosotros, incluyo a todo Cartaojal, si los hombres no tienen cojones las mujeres no tienen castañas, y el que no se incluya que lo demuestre, mucho pedir y reivindicar pero desde lejos, a la hora de la verdad nadie se enfrenta a su partido, me da igual que lo llames PP, PSOE, PA o POPO, ninguno se enfrenta a pedir nada a los suyos, antes estaba el PSOE no se chillaba, ahora que esta el PP tampoco, ¿faltan cojones o no faltan cojones?, aquí las reivindicaciones las hacéis entre uno o dos del pueblo el resto esperamos el fruto, la solidaridad es una palabra muy bonita y dice mucho, pero en Cartaojal como bien dice dextrorsum se deja para los entierros, si es para otra cosa esa palabra no se conoce. Los políticos esa palabra les sirve para comprar votos, en la realidad se solidarizan con ellos mismos y no da para más, fíjate si son solidarios que le bajan el sueldo, eso si, solo a los que trabajan un 20% y en solidaridad ellos se lo bajan un 5%, esto si que es tener cojones.
ResponderEliminarUna vez más el pueblo ha estado a la altura de la decencia cuando se trata de salvar algo nuestro como la ROMERÍA. No creo que se deba dar tanta caña a la gente de buena voluntad y me meto en el grupo. Alguien dirá que sólo es una parte del pueblo y le doy la razón y además eso pasa en todos los pueblos del mundo, en todos.
ResponderEliminarNo se debe generalizar porque se hiere a demasiada gente.
A la corporación actual hay que exigirle, por supuesto que hay que darle tiempo y exigirle a la vez.
Me gustaría ver a los que tachan a los demás de no tener cojones haciendo algo por el pueblo pero algo constructivo, con fe, aunque no salga del todo bien, aunque no cuente con la aprobación de todo el mundo, eso es tener cojones "hacer las cosas con fe" y sobretodo hacerlas y que no se queden en simples protestas de lo que no hacen otros.
Cuando uno da ejemplo es más fácil que te oigan y esto me lo están soplando al oído mis 51 años y les hago caso.
El otro día un vecino del pueblo me soltó lo siguiente:
ResponderEliminar"yeeeee, Francisco!!!! PAZ Y AMOR.
Al principio no sabía bien por dónde iba pero caí en la cuenta de unas palabras que escribí unos días antes en esta página. Como sé que me lo dijo con cariño, las repito:
LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE QUIERO.
Siento que haya alguien que no esté bien.
Pido perdón por la culpa que yo pueda tener.
Gracias por dejarme que lo ayude con estas palabras.
Te quiero.
Si alguien me dice paz y amor, aunque sea de broma, es mejor que si me dijera una barbaridad.