El Alcalde de Antequera anuncia el próximo comienzo del desarrollo del Plan de Embellecimiento de Entradas y Accesos de la Ciudad de Antequera mejorando cuatro rotondas ubicadas dentro de la circunvalación norte. Plan del que, pese a encontrarse en el mismo municipio y bajo la misma bandera, no se beneficiarán las entradas de Cartaojal que continuarán en el pésimo estado en el que se encuentran actualmente. Señalo lo de bajo la misma bandera porque una de las rotondas recogerá los estandartes de los distintos pueblos con municipio que conforman la comarca de Antequera y nada recordará en ella a las localidades que no cuentan con Ayuntamiento propio y que la alcaldía considera que están representados por el pendón antequerano. Una política de dos velocidades, la de crucero y la nula, en la que la principal población del municipio se beneficia de la primera, mientras las pedanías, entre las que se encuentra Cartaojal, se estancan en la segunda (sin policía local, sin planes específicos de empleo, sin accesos a la autovía, sin solucionar el problema de la rotonda de acceso al centro logístico y sin ninguna política de futuro a medio y largo plazo). Incluso el proyecto de la piscina, que puede ser el gran éxito del actual gobierno antequerano si se inaugura para el próximo verano, se convierte en un gran fracaso del Ayuntamiento de Antequera por haber tardado siete años en finalizarlo. Y seguimos preguntándonos…¿cuándo llegarán esos planes de embellecimiento para Cartaojal? Pues posiblemente nunca porque los distintos gobiernos que han ocupado el Ayuntamiento de Antequera, al parecer, no piensan que deban ejecutar esos planes de desarrollo en las pequeñas poblaciones del municipio. Acciones que sí se realizan en los pueblos de nuestro entorno y que aumentan la diferencia entre éstos y las pedanías antequeranas, no hay más que dar una vuelta por ellos para comprobarlo. Siguiendo la lógica, pertenecer al municipio antequerano debería ser beneficioso para las pedanías y así nos lo venden, ya que en teoría somos más para defender nuestros intereses. Y eso podría ocurrir si se defendieran los de todos y no sólo los de una parte. Quizás podría solucionarse con una estructura diferente de municipio en el que existiese una mayor descentralización y un equipo de personas trabajando constantemente por cada uno de los pequeños (Entidad Local Autónoma). Pero en la práctica ésto no existe, siguen aumentando las distancias y nuestro Ayuntamiento, el de Antequera, se ve desbordado y no tiene capacidad para darnos más que una mirada de reojo, de vez en cuando, mientras se centra en Antequera. Una atención que no es suficiente para solucionar nuestros problemas e impedir que éstos se sigan acumulando. Por desgracia, no todos recibimos el mismo trato bajo la misma bandera.
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