La Peña Flamenca de Cartaojal “Paco de Antequera” ha vuelto a demostrar que se puede celebrar un gran acontecimiento en una localidad de poco más de 1000 habitantes sin contar con un gran presupuesto, poco más de 3000 euros, y no morir en el intento. La Noche Flamenca de Cartaojal ha sido un gran éxito en su XVI edición gracias al aporte económico del Ayuntamiento de Antequera, a las colaboraciones de los pequeños comercios de Cartaojal, a la entrega de los artistas que han configurado un enorme cartel y al gran trabajo realizado por los miembros de la peña flamenca. La noche del 19 de Julio se presentaba bastante fresca, algo que no amedrentó a los aficionados que acudieron en masa a este espectáculo que estuvo presentado por Juan María Cívico. Medio millar de personas que llenaron el patio del colegio “La Peña” de Cartaojal para disfrutar del cante y del baile. Un público entendido que supo respetar a los artistas, acompañar sus cantes y que tuvo los arrestos necesarios para aguantar hasta las 2 de la mañana a pesar del fresquito. La noche se inició con el baile de María José León que estuvo acompañada al cante por su padre José León “el Ecijano” y Moi de Morón, y a la guitarra por su hermano Manuél León. Tras el baile, la actuación de los artistas locales Manuel Ortiz y Javier López que arrancaron los aplausos de los asistentes y que finalizaron su actuación con una letra dedicada a Antonio Molina. Paqui Corpas, definida por el presentador del evento como una de las voces más flamencas de la provincia de Málaga, continuó la velada y tuvo el detalle de interpretar una emotiva soleá escrita por Francisco José Pozo, Presidente de la Peña. Tras un descanso de 20 minutos se inició la segunda parte del espectáculo con una nueva actuación de María José León que volvió a estar espléndida. La noche finalizó con la participación de Miguel de Tena, cabeza de cartel y que hizo doblete, ya que llegó desde Bilbao con el tiempo justo para participar en esta gran velada y hacer las delicias de un público entregado a sus cantes. Un artista enorme que envelesó a los asistentes durante 75 minutos, realizando la mitad de la actuación a pelo, sin ayuda del equipo de sonido. “Hay que tener pulmón para hacer eso”, comentaba uno de los aficionados saboreando el regustillo de los cantes en un momento de esos en los que el duende no entiende de fríos. Muchos son los palos que tocó acompañado por la experta guitarra de Paco Javier Jimeno, pero fueron los fandangos los que cerraron esta maravillosa velada.
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