Fue una tarde más. Te arreglas un poco y como siempre vas con la incertidumbre del que pasará, quién y como cantará. Con la amabilidad y sencillez que nos caracteriza a los andaluces, nos recibieron con las puertas de par en par. Algo de picar, buen vino y un local que rezumaba arte. Comenzó al cante José Cívico con la guitarra de Javier López. Nunca es fácil abrir una noche de flamenco y José consiguió que no se notara. El patillas de Casabermeja puso el dolor de la semana santa con sus saetas. Destacar también el buen saber y el gusto de una joven, Rafi de Palenciana. Hay futuro en ella y si Dios lo permite la escucharemos en Cartaojal. Juan Jesús, Presidente de la peña presentó el acto. Su parsimonia al hablar escondía los nervios que siempre aparecen cuando hablas en público. Atento y amigo hasta la despedida. Pero que perdonen todos. El Folli, ojo con este joven canijo con flequillo mirando al campanario de la iglesia. Pepe y Javi me dijeron que era muy bueno, pues no, es mejor. Tiene compás, voz y una habilidad para jugar con el cante que ya quisieran muchos grandes de este arte. Y después de cantar "pa" reventar, decía no estar contento con lo hecho. Cristobal, que así se llama, maravilló a propios y extraños. El duende apareció para quedarse. Un abrazo flamenco y amigo para todos. Con noches como la vivida, el flamenco tiene el futuro asegurado. ¡Enhorabuena!.
(Artículo escrito por Juan María Cívico)
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