Tras consumarse en unos años el "atentado" fotovoltaico contra Cartaojal y la puñalada trapera por parte de los gobernantes que deberían defender los intereses de sus ciudadanos, Cartaojal quedará cercado por un bosque de paneles solares que se encontrará a pocos metros de nuestro pueblo. Un ataque contra la forma de vida de una localidad olvidada la mayor parte de las ocasiones y que sólo vuelve al recuerdo para encontrar un modo apropiado de buscarle las cosquillas, de mala manera, manoseando sus zonas más íntimas. En este caso con un "bosque" de hierro y silicio que, como se observa en la imagen, llegará casi hasta nuestros hogares en la parte de la loma y de las casas nuevas, arrasando con el hábitat de 1200 personas y de 6 parejas de aguilucho cenizo. La pregunta adecuada quizás sea: ¿Habría permitido el Ayuntamiento de Antequera que esto sucediera en torno a la ciudad que da nombre al municipio? Algo similar sucedió en las Huertas del Río y los vecinos se movilizaron, con el apoyo del Ayuntamiento de Archidona, para conseguir que el huerto solar mantuviera cierta distancia con el pueblo. Lo consiguieron. Por lo que, tras la negativa del Ayuntamiento a apoyar la moción del IU en la que presentaba alegaciones contra uno de estos parques, nos lleva a una segunda pregunta: ¿Tenemos los vecinos de Cartaojal "lo necesario" para movilizarnos? Si no hacemos nada, el camino de la próxima Romería va a parecer un episodio de "Futurama", si es que nos dejan pasar y no nos cortan los caminos. En un estudio del año 2020 del Ministerio Para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre el impacto ambiental de proyecto de parque fotovoltaico terrestre, se dan una serie de recomendaciones "no vinculantes" para la mejora de la coherencia, eficacia y eficiencia de las evaluaciones de impacto ambiental de los proyectos de los principales tipos de energías renovables. Entre ellas se encuentran la de procurar evitar alternativas que provoquen un gran rechazo en la población local y sus instituciones; evitar la instalación de parques y subestaciones a menos de 1 km de núcleos habitados o áreas con usos sensibles (residencial, sanitario, docente o cultural). Este informe pide también evaluar el impacto ambiental y los efectos sobre la población por cambios en los usos del suelo, tener en cuenta el balance entre empleos generados y perdidos, perdida de inversiones, efecto sobre las expectativas de establecimiento de nuevas actividades económicas en el territorio, encuestas de aceptación a la población afectada, pérdida de actividad recreativa y de ocio asociada al paisaje. En este documento incluso se contempla la compensación a la población perjudicada por impactos sobre actividades económicas o de ocio y el apoyo a la generación de empleos en otros sectores en los municipios afectados. Y sin embargo, aquí nos hemos encontrado con un proyecto que no se ha expuesto a los vecinos de nuestro pueblo y para el que la opinión y el futuro de los cartaojaleños no parece tener ninguna importancia.
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