Una parte muy importante de Antequera, llamada Cartaojal, corre el peligro de convertirse en un mar de placas fotovoltaicas. Un canto "ecologista", entre comillas, que podría acarrear la muerte de miles y miles de olivos, almendros y chaparros, junto con toda la fauna y flora que vive, pervive y sobrevive en este ecosistema. Ámbito de desarrollo también de otra especie menos valorada por los estudios a la que podemos llamar el cartaojaleño o la cartaojaleña que, aunque no tan importante como el aguilucho cenizo, sufrirá un deterioro importante en su hábitat y en su modo de ver las cosas: pérdida de puestos de trabajo, calidad de vida en su entorno y un deterioro paisajístico al que no se puede poner precio. Una "hipoteca" a 30 años que dejará algún dinero en el Ayuntamiento de Antequera a cambio de joder durante todo ese tiempo a 1200 antequeranos de nuestro pueblo. El Ayuntamiento de Antequera, que lo es también de Cartaojal aunque no lo parezca, debería mostrar una postura unida ante tanta infamia que no deja de ser un boom con consecuencias que perdurarán durante demasiado tiempo. Todos tendremos a los culpables en un recuerdo que se mantendrá grabado en nuestras mentes durante toda una vida, 30 o 35 años lo son. Personas non gratas que habitarán para siempre, durante los días que nos queden, en nuestra memoria. Estoy convencido de que nadie con dos dedos de frente quiere eso para Cartaojal y aún estamos a tiempo de evitarlo. Alguien debe hacerse una pregunta: ¿Merece la pena destrozar un pueblo?.
No, no merece la pena b bajo ningún concepto aniquilar la belleza, el bienestar, la salud, las especies animales, vallar los campos por donde hemos caminado libremente y disfrutado del campo, de lo poco que nos ha permitido la pobreza histórica a la que fuimos condensados hace muchísimos años por llamarnos campesinos.
ResponderEliminarEl Ayuntamiento debe estar con nosotros, es lo único que se le pide, que vuelva a estar con nosotros como en algunas ocasiones, no muchas, aunque todas de agradecer.
Yo agradezco eternamente a quien ayuda a mi pueblo y el que esté en contra me tendrá en contra de por vida. El pueblo ni olvida ni perdona