Si “pinchas” en el suelo de Kuwait es muy probable que encuentres petróleo, si excavas un poco en el suelo del municipio Antequerano es probable que te topes con una parte de la historia de España y de la humanidad.
Y eso es lo que probablemente ha ocurrido en el terreno donde se proyecta construir uno de los parques fotovoltaicos que planea invadir el entorno de Cartaojal ya que en una cata, según nos informan algunos vecinos de nuestro pueblo, se han descubierto algunos restos arqueológicos, probablemente los de una villa romana.
El lugar se encuentra a aproximadamente 1,5 km del pueblo, entre Cartaojal y el Fresnillo, y a escasos dos kilómetros del cortijo de las piletas, donde se encontró el efebo de Antequera. Una zona que siempre ha sido considerada caliente por el hallazgo en superficie de restos de las culturas de nuestros ancestros, abierta a un más que probable expolio que debilita nuestras raíces y que ahora pretenden ocupar con un mar de silicio.
Quizás sea el imperio romano asentado bajo estas tierras milenarias quien viene al rescate de nuestro entorno dando argumentos a los políticos de turno para salvar esas villas romanas precartaojaleñas, antecesoras de los cortijos que hoy existen, y que en un momento dado fueron el origen de nuestro pueblo y de parte de nuestra cultura.
Esperemos que salga a la luz todo ese “latín power” que se estableció hace más de dos mil años en los terrenos que hoy en día rodean Cartaojal, al norte de la vega de Antequera, y acabe con el sinsentido de la ocupación fotovoltaica que pretende aniquilar, a golpe de subvención europea, más de 80.000 olivos, cientos de hectáreas de cultivo productivo, una forma de vida y el entorno que sí han sabido valorar aquellos que se han establecido en estas tierras a lo largo del tiempo, desde hace miles de años.
(Fotos: Miguel Ángel Cívico)
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