La iglesia de Cartaojal fue iluminada sólo con velas, lo que le dio un aspecto especial y mucho más íntimo pese a tener un lleno absoluto.
La gente respondió a la celebración del nacimiento representado con el portal de Belén de grandes dimensiones que nuestro párroco instaló delante del altar con elementos de su propiedad que él mismo ha pintado.
Carlos Julián está realizando un esfuerzo importante para mantener la iglesia en buen estado y con decoraciones acordes a las distintas celebraciones, lo que a veces le obliga a dedicar parte de su propio sueldo para la causa.
Es aquí donde deberíamos entender todos la importancia de nuestras pequeñas o grandes donaciones y limosnas para que la parroquia continúe abierta y totalmente operativa, ya que esto dependerá en gran medida de las contribuciones de los feligreses.
De ahí lo relevante de aportar algunos euros cuando se asiste a misa y se pasa el cesto, y de la pequeña donación que se hace por parte de los familiares tras celebrarse una boda, un bautizo o la ceremonia en memoria de alguna persona fallecida.
Cuando no se tiene no se tiene pero, si se tiene, sería conveniente colaborar.
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