El alumbrado de este año es una metáfora de la situación de abandono de Cartaojal

Lo del alumbrado de Navidad de Cartaojal no es más que la metáfora, un año más, de la situación de estancamiento e incluso retroceso que vive nuestra población con el actual gobierno del Ayuntamiento de Antequera. Algo que, no nos vamos a engañar, también sucedió con el anterior gobierno y se repite como una ley no escrita que se perpetúa en el tiempo. Un bloqueo que hace que cada temporada aumente la distancia entre los pueblos de nuestro entorno, con Ayuntamiento propio, y Cartaojal que no lo tiene. 

En las imágenes puedes ver las fotos de una población del municipio donde nuestro Ayuntamiento sí pone interés, algo de lo que nos alegramos y que entendemos que debería ser la tónica general, y otra en la que está claro que no. 

También comprendemos que no podemos tener el mismo alumbrado que Antequera, la historia nos ha enseñado que ciudadanos considerados de segunda pueden aspirar sólo a los desechos de las navidades pasadas de otras poblaciones. Incluso podemos entender que nos pongan el mismo alumbrado de 2016, algo que forma parte de ese estancamiento y falta de interés del que hablamos, pero pensamos que sería interesante que este se encendiera e iluminara nuestras calles para, al menos, dar cierto aire festivo a nuestra ignorada existencia. Algo que hoy no ha sucedido.

En el Cartaojal fotovoltaico, rodeado de megaproyectos solares con inversiones millonarias que destrozarán nuestro entorno y parte de nuestro futuro, y del que el Ayuntamiento de Antequera sacará una importante tajada que parece que no va a ser reinvertida en mejoras para nuestro pueblo que compensen esa situación, el alumbrado sigue, sin entrar en más detalles, apagado.